Ferrari 250 GTE 2+2 Serie I de 1961: La Elegancia de un Clásico italiano
Este clásico del Cavallino Rampante se ha subastado por un precio razonable considerando que no es tan popular entre los clásicos del mundo pero si para los fieles de Ferrari como VALLTRO.

FOTO: RM Sotheby's

Si hay un auto que encapsula la esencia pura del Gran Turismo italiano, es el Ferrari 250 GTE 2+2 Serie I. Un modelo que representó un punto de inflexión para la marca del Cavallino Rampante y que, hasta hoy, sigue siendo un icono de diseño, sofisticación y exclusividad. En esta ocasión, nos encontramos con un ejemplar excepcional: el chasis 2957, una de las 299 unidades fabricadas de la Serie I y con una historia que lo conecta con la aristocracia del automovilismo.

Un Ferrari con Pedigrí
Este 250 GTE 2+2 no es un Ferrari cualquiera. Fue entregado nuevo al mismísimo Conde Domenico Agusta, el fundador de MV Agusta y una de las figuras más influyentes en la industria aeronáutica y del motociclismo en Italia. La relación entre Ferrari y Agusta no es casualidad; ambos compartían la misma obsesión por la excelencia mecánica y el rendimiento sin concesiones. El coche salió de la fábrica en Maranello el 20 de noviembre de 1961, siendo el número 257 de la producción de la Serie I, y fue enviado al concesionario oficial de Ferrari en Milán, M. Gastone Crepaldi Automobili.

Diseño y Mecánica: Pininfarina en su Máxima Expresión
El 250 GTE 2+2 fue una apuesta arriesgada de Ferrari en su momento: un modelo que combinaba el ADN deportivo de la marca con una configuración 2+2 que lo hacía más práctico y lujoso. Pero no se equivoquen, esto no significaba una pérdida de deportividad. Bajo su capó latía un motor V12 de 3.0 litros diseñado por el legendario Gioachino Colombo, capaz de ofrecer una respuesta excepcional y un sonido que aún hoy eriza la piel.

Este chasis 2957 conserva todos sus números coincidentes en carrocería, chasis, motor, caja de cambios y eje trasero, un detalle que subraya su autenticidad y valor. Además, se presenta en su color original de fábrica, Grigio Argento, con un interior azul que resalta aún más su refinamiento.

Una Vida de Viajes y Exclusividad
El 250 GTE de Agusta fue mantenido a lo largo de los años 60 por Ferrari Factory Assistenza Clienti en Módena. Tras la muerte de Domenico Agusta en 1971, el coche pasó a manos de su heredera, Giovanna Agusta, pero pronto encontró un nuevo dueño en Suiza. Su historia posterior se vuelve difusa hasta 2007, cuando el Ferrari regresó a Italia y fue sometido a una inspección en Cremona. En 2008 recibió una renovación mecánica y, en 2015, llegó a Bélgica bajo el cuidado de Augusta Classics en Ohain. Un año después, pasó a formar parte de The Curated Collection, donde ha recibido un mantenimiento detallado para preservar su estado original.

Un Clásico para Verdaderos Conocedores
Hoy, este Ferrari 250 GTE 2+2 Serie I representa más que un simple automóvil clásico; es un testimonio del diseño atemporal de Pininfarina, de la ingeniería precisa de Ferrari y de la exclusividad de una era dorada del automovilismo. Con una historia de propiedad fascinante y un estado impecable, este ejemplar vendido por 342.500 EUR en París se convierte en una joya codiciada por coleccionistas de todo el mundo.

En un mundo donde la tecnología avanza sin descanso, es un privilegio poder admirar y valorar piezas como esta, que nos recuerdan la belleza del automovilismo clásico. Ferrari creó algo especial con el 250 GTE, y este chasis 2957 es prueba de ello. Un auto que no solo es historia, sino una obra de arte sobre ruedas.